Nació en los años cuarenta como una posibilidad de abordaje, mínimamente invasivo, para cuatro tipos de problemas neurológicos, cuyas alternativas, hasta el momento, eran sumamente agresivas: dolor, epilepsia, trastornos de movimiento y trastornos psicóticos (psicocirugía).
El campo de actuación de la Neurocirugía Funcional es tan amplio y tiene que estar tan unido a la investigación básica, que lo hace extraordinariamente diferente al de la Neurocirugía general. Con un matiz: mientras que el neurocirujano funcional es capaz de evolucionar hacia la neurocirugía general e incluso la enriquece, el neurocirujano ...